LAS VOCES DE UNA VIOLENCIA
María Ida Canal Moros, es una mujer de sesenta y nueve años que su experiencia como abogada, líder social y ex secuestrada del EPL, la han motivado a luchar por las víctimas del conflicto armado. Tuve la gran oportunidad de contactarla en la ciudad de Cúcuta, por medio de una videollamada. Son las 2:00 pm y mi ubicación es desde la ciudad de Bucaramanga, y he tenido la ocasión de hacer seguimiento a las voces del conflicto armado; en este caso, María es el personaje principal de la historia porque la edad y sus vivencias nos aporta a los colombianos, sobre todo resaltar el papel de las mujeres líderes sociales que luchan por un mejor futuro.
Por fin iba poder hablar con María, preparé la grabadora y, verifiqué que el internet funcionará; llegó la hora, aquella señora con su piel pálida, pero segura de ser entrevistada, me dijo “no he sido capaz de hacer un libro sobre el conflicto por miedo a que me pase algo o a los que me rodean”, observé que en su expresión facial se reflejaba agotamiento por tantos sucesos del país que se le ha robado las ganas de seguir viviendo; ella manifiesta que si Dios no se la ha llevado es por un propósito. Como periodista del conflicto armado yo
pienso que su finalidad de continuar en la vida es contar sus experiencias para la memoria histórica de las futuras generaciones, con el fin de romper el patrón cíclico de la violencia que ha robado millones de sonrisas. ¡Comenzamos su historia María!
María, ¡cuénteme! ¿cómo fue la secuestraron? Era el año 1990 o 1991….
Al terminar de escucharla supe que ese suceso fue la que la lleno de agallas para ser una protectora de los derechos de las víctimas que han sido afectadas por los movimientos insurgentes y la corrupción. Así proseguí con esta entrevista y le dije: María ¿se considera una líder social?:
Escuché: “luche y luche” me detuve y pensé que aquella mujer tuvo que vivir y presenciar historias sádicas causadas por los movimientos insurgentes, cuando me dijo “tengo cinco chicas que fueron violadas por las Auc y las otras por las Farc y por los Elenos” …. Pero tengo una historia bonita; así fue como más causó mi curiosidad por saber qué salió de bueno sobre este hecho tan lamentable:
Las mujeres son la representación de la guerra en Colombia, así me dijo maría antes de seguir con la entrevista y la escuche detenidamente:
María con sus setenta años ha visto evolucionar el conflicto en Colombia y los acuerdos de paz que se han realizado con los movimientos insurgentes. Es así, como le preguntó su opinión sobre el proceso de paz que realizó el presidente del Juan Manuel Santos con las Farc-EP, en el año 2012:
“El 15 de Junio del 2020 a las 3:00 p.m, estaba laborando en la Jefatura de Estado Mayor de la brigada 30 de la ciudad de Cúcuta, era un día normal y tranquilo; cuando sentí la muerte en esa onda explosiva que rosaba mi piel y no entendí lo que pasaba”, así me dijo maría; yo respondí: prosiga María, “ sabía en mi corazón que no había terminado, y fue la segunda explosión y lo peor del caso que para la ley de víctimas esto no fue terrorismo, esa la justicia colombiana”
En esos instantes, recordé ese suceso del carro bomba dentro de la Brigada 30 en la ciudad de Cúcuta a principios de junio de este año 2021, salió por todos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, porque ese día se encontraba un grupo de militares estadounidenses entrenando con soldados colombianos. El presidente Iván Duque afirmó que fue el Frente 33 disidencias de las Farc y guerrilleros del ELN. El caso es que María fue quien vivió esto con sus propios ojos, sintió la muerte estar en frente de ella, eso causó un sentimiento de desolación por ver gritando a soldados, pasando ambulancias, solo pudo agradecer la oportunidad que le daba Dios; sin embargo, quedó con la sensación de injusticia porque esto no fue considerado terrorismo.
Colombia tuvo el proceso de paz en el año 2012, pero esto no significó que la guerra haya muerto, continúa con más retos porque sino se acaba la corrupción va llegar la decadencia del tejido social del país.
Yo elegí a María porque ella ha sido el escudo de muchas víctimas del Catatumbo, que el proceso de paz fue paso, pero hay retos, que no solo es de crear políticas públicas sino hacer realmente justicia para aquellos que sufrieron el odio de los movimientos subversivos. Por último, le pregunte qué pasó con el conflicto durante el Covid-19:
María como millones de colombianos luchamos por un mejor futuro, como mujer es un papel aún más difícil, sin embargo, no imposible, porque la feminidad puede hacer un cambio a nuestro país.
Finalmente, son las 3:40 pm y miró a María me da la impresión de que está cansada del egoísmo social, como ella dijo “sálvese quien pueda”; su experiencia la pudo hacer más egoísta, pero ella mostró su parte humana con las víctimas y, así este desilusionada no desistió a sus setenta años de edad. Ella es una mujer con cicatrices en su alma, pero con un corazón grande, que se dedica al servicio por un mejor país, resistiendo con constancia por dejar un mejor lugar a las futuras generaciones.